Río Balsas es un río que se encuentra en el centro-sur de México, uno de los ríos más grandes de ese país. Nace como el río Atoyac en la confluencia de los ríos San Martín y Zahuapan en el estado de Puebla y fluye hacia el suroeste, luego hacia el oeste a través de la depresión de Balsas hasta el estado de Guerrero, en el que es el río principal y se conoce localmente como el Mezcala.
Forma la frontera entre los estados de Guerrero y Michoacán y desemboca en el Océano Pacífico en Punta Mongrove. Aunque su curso de 771 km es imposible de navegar porque con frecuencia es interrumpido por rápidos, el río se utiliza ampliamente para generar energía hidroeléctrica y para riego. El maíz, café, algodón, caña de azúcar, frutas tropicales y hortalizas son los principales cultivos que se cultivan en su cuenca.
El valle del río Balsas fue posiblemente uno de los primeros sitios de cultivo de maíz en México, que data de hace unos 9200 años. Si bien se sabe que sucesivas comunidades de Yop, Coixica, Matlatzinca (Chontal), Tlahuica y Xochimilca con el éxito nahua han vivido en la región, las excavaciones arqueológicas en la zona aún tienen que establecer la sucesión jerárquica de las diversas comunidades. Durante el período de 1300-1500 EC, la región entre el valle del río Balsas inferior y el río Lerma-Santiago cayó bajo el control del Imperio Tarasco-Purépecha.
Según el Censo de 1980, 47.000 personas vivían a lo largo de las riberas del río Balsas, repartidas en 37 comunidades, dentro de los seis municipios de la región. Los pueblos nahuas constituyen el 47% de la población, el 15% son indígenas (que hablan cuatro idiomas diferentes), otras grandes comunidades son mixtecos (23%) y tlapanec (19%), y el resto 4% son amuzgo. La población aumentó a 60.000 en la década de 1990. Las comunidades, aunque conservan sus individualidades, muestran estrechas relaciones lingüísticas, de parentesco y culturales, reveladas, por ejemplo, cuando realizan los rituales de las fiestas patronales.
La cuenca del río Balsas ha sido testigo de un gran desarrollo económico. A través de la construcción de presas estas actividades tuvieron como objetivo el riego, la generación de electricidad y la mejora de la agricultura y las condiciones de vida de los pueblos indígenas, principalmente los nahuas que forman el grupo mayoritario. Se prevén siete proyectos hidroeléctricos en el río Balsas. Los dos proyectos principales son La Villita y El Infiernello (en Michoacán). El proyecto Carlos Ramírez Ulloa (El Caracol) se está desarrollando en el Guerrero y se proyectan otros cuatro a futuro.
La gestión del agua ha recibido la debida atención del Gobierno de México durante las últimas décadas. Incluía un uso más eficiente del agua y tenía como objetivo satisfacer las necesidades de suministro de agua de las principales ciudades de México. La Comisión de Tepalcatepec se estableció en 1947 bajo el Ministerio de Recursos Hídricos (una de las tres comisiones establecidas inicialmente) para el desarrollo del río Balsas. En 1960 quedó subordinado a la Comisión del Río Balsas. Sus tareas incluyeron la planificación, diseño, coordinación e implementación de proyectos de riego, control de inundaciones y generación hidroeléctrica, cubriendo aspectos de desarrollo rural y urbano y salud y comunicaciones. Tras la promulgación de una nueva Ley de Aguas en el país, en 1975 se elaboró un Plan Maestro que abarca 13 regiones hidrológicas (102 subregiones). Se establecieron consejos de cuenca hidrográfica y actualmente están en funciones 25 de los 26 previstos.
El río Balsas tiene una descarga de 15 a 17 m3/s durante la temporada de escasez. La pronunciada pendiente del río en un tramo de 30 km crea un desnivel de 1200 m, lo que brinda excelentes oportunidades para el desarrollo hidroeléctrico. Inicialmente, se generaron 120 MW de potencia en la central de La Villita. Esta estación de 336 MW fue construida en el estado de Michoacán, cerca de la costa del Pacífico. Otro proyecto del río Balsas planeado fue El Infiernillo; entró en funcionamiento en 1964 y tiene una capacidad instalada de 1.120 MW. La presa El Infiernillo es una presa de terraplén de escollera de 149 m.