Bonilla de la Sierra está considerado como uno de los pueblo más bonitos de Castilla y León, además de ser uno de los pueblos con mayor encanto de la geografía española. Se encuentra a 55 km de Ávila, muy cerca de la Sierra de Gredos. Un pequeño pueblo que con tan solo 125 habitantes conserva su estilo medieval, tal es su conservación que en 1983 forma parte del Conjunto Histórico-Artístico por su arquitectura y buena conservación.

Lo primero que llama la atención es su arquitectura en piedra tan característico del medievo. Lo ideal es comenzar la visita desde la Plaza Mayor del pueblo, te sorprenderán las columnas de piedra que sostienen las casas. Muy cerca se encuentra la Colegiara de San Martín de Tours, considerada una auténtica obra maestra (siglo XV), declarada como Bien de Interés Cultural.

Bonilla de la Sierra es un lugar perfecto para realizar turismo rural en familia. Se puede disfrutar de naturaleza y tiene buena gastronomía. No tendrás problemas en encontrar buenos restaurantes con platos tradicionales: chuletón de Ávila, patatas revolconas, sopa castellana, cocido morañego, …

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¿Qué ver en Bonilla de la Sierra?

Iglesia San Martín de Tours

La principal joya de Bonilla de la Sierra es su Iglesia San Martín de Tours. En el siglo XV fue una colegiata, llama la atención su estilo gótico de grandes muros con pináculos ventanales. Destaca la torre cuadrada que por sus dimensiones la hace única. En su interior destacan los retablos y las capillas. Lo más valioso son sus diez tablas pintadas por Sansón Florentino de la escuela “Maestro de Ávila”. Se comenzó su construcción en el siglo XV en estilo gótico y su torre en el XVI.

Puedes acceder a su interior, para ello deberás solicitar la llave en la oficina de turismo.

Castillo

Tanto el castillo como el recinto amurallado fueron construidos durante el siglo XII. El castillo está formado por un patio central cuadrado distribuido en tres alturas: el porche, la panera, la torre del homenaje, las caballerizas de ladrillo y adobe, y el llamado patio de los conejos.

El castillo estaba destinado a la defensa de una de las entradas al pueblo, entrada ya desaparecida. El castillo se encuentra en buen y representa un claro ejemplo de construcción medieval.

De momento, el acceso está cerrado permanentemente.

Altar rupestre

A poco más de un kilómetro se encuentra una impresionante roca que fue objeto de culto en la Prehistoria, recibe el nombre del Canto del Mortero. Su antigüedad se remonta a 5.000 a.C (Neolítico y el Bronce Antiguo). En este altar se podrían haber llevado rituales de culto al sol y a la luna. Cabe destacar que a tan solo 110 metros se encuentra otra roca con la mismas características.

Muralla

Como todo pueblo medieval, no puede faltar la muralla que proteja al poblado. Su construcción data del siglo XIII o principios del XIV. Según estudios arqueológicos la muralla presentaba cuatro puertas pero solo que una, la llamada “puerta de la Villa”.

Pozo de Santa Bárbara

Por último, te recomendamos una visita al Pozo de Santa Bárbara, construido durante los siglos XII y XIII.